Ya os habré contado que cuando empezamos con este tema de la repostería yo no tenía mucha experiencia con el horno. De hecho, tengo que reconocer que no había hecho un bizcocho en mi vida. Afortunadamente, yo no estaba sola en esta ardua tarea, porque allí estaba Pati, que resulta que sí que era una artista del dulce, lo que significó un apoyo enorme para mi. Ahora, poquito a poco, voy cogiéndole el tranquillo…
Entonces descubrimos la repostería creativa, y esto sí resultó nuevo para las dos. Había que ponerse al día, y el primer paso para aprender (cómo no!) fue Internet.
Pero nos volvíamos locas: qué eran todos aquellos cacharros? de verdad hacía falta todo aquello para hacer una tarta? Pues hoy he venido a contaros mis conclusiones con respecto a algunas de esas herramientas y materiales que en su momento me hicieron dudar.
Espero que sirva de orientación a toda esa gente que empieza en este mundillo:
Vale que existe el azúcar glas, y supongo que para preparar buttercream el grano es suficientemente fino.
Pero después de sufrir la agonía de una glasa que se atasca continuamente en la boquilla por culpa de esos milimétricos grumitos, te acabas decidiendo por el azúcar más fino que puedas encontrar.
Conclusión: pásate al icing sugar si vas a utilizar glasa con boquillas finas.
En este caso reconozco que hicimos el primo durante mucho tiempo.
Primero no le veíamos la necesidad: si queda lisa de sobra con pasar la mano!! Pues no, chicos, no queda lisa, haceos a la idea.
Bueeeeno vaaaaale, pero para alisar vale cualquier cacharro, no? así que probamos con todo tipo de cachivaches, hasta que un bueno día nos convencimos que no, no vale cualquier cosa!!
Conclusión: Si haces tartas de fondant, cómprate un alisador, te aseguro que te será útil.
A mi me encanta, y nunca me falta en casa. Pero en este caso te voy a dar una opinión sincera: esto es cuestión de gustos. Puedes lograr el mismo resultado untando los moldes con mantequilla o con aceite.
La diferencia es simplemente el tiempo que necesitas para dejar el molde perfectamente cubierto, sobre todo en moldes con muchos huequecitos. El spray cubre cada resquicio en cuestión de segundos, y nunca se me ha pegado un bizcocho.
Conclusión: No es imprescindible, pero resulta muy útil, práctico y rápido de utilizar.
En este caso sí os diré que hay mil cosas que podéis usar en lugar de utilizar un cutter.
Un cuchillo o una esteca en punta os pueden servir para la misma función.
También os digo que no conseguiréis un resultado tan fino y tan definido con cualquier cosa. Yo tengo uno y no lo cambio por nada.
Conclusión: Puedes pasar sin él. Cómpratelo si haces trabajos de fondant muy finos y detallados.
Esto depende de los trabajos que quieras hacer.
Desde luego, los dibujos que se obtienen con las boquillas no se consiguen haciendo un agujerito a la manga pastelera.
Si sólo quieres hacer churritos más o menos finos, te arreglarás de sobra con una manga y unas tijeras 🙂
Conclusión: Son imprescindibles para decoraciones elaboradas con buttercream. Perfectas para decorar cupcakes.
Nuevamente os presento un producto que no es necesario para la decoración de tartas, cupcakes o galletas, pero te facilita hacerlo de forma limpia y práctica, sobre todo cuando trabajas con varios colores al mismo tiempo.
A mi me gustan mucho y los utilizo a menudo, pero no hacen nada que no consigas con una manga pastelera.
Conclusión: Son prescindibles, pero muy prácticos y limpios. Básicamente ,es cuestión de gustos 😉
Y hasta aquí mi lección de hoy, jejeje.
Esta que os he transmitido es la opinión que yo me he creado en mi relativamente breve experiencia como repostera. Por supuesto, cada uno tiene sus impresiones y, sean iguales a las nuestras o diferentes, estaremos encantadas de escucharlas.
Contadnos: cual es vuestra herramienta o material imprescindible?
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