Hace poco le preparamos a nuestro amigo Alfonso, que es celiaco, unas marañuelas sin glúten.
Pensamos que sería tan sencillo como partir de la misma receta que las normales, pero sustituyendo los ingredientes por unos sin glúten. Ilusas de nosotras!! Aquí os dejamos este post, para que aprendáis de nuestra experiencia.
Suponíamos que comprar los ingredientes sería lo más complicado, pero los encontramos fácilmente en el Supercor o el Mercadona, que tienen muchos productos especiales para celíacos. Seguramente en otras tiendas también los tengan, nosotras simplemente no buscamos más…
Y una vez tuvimos la materia prima nos las prometimos muy felices… pero lo cierto es que ya al amasar notamos la diferencia: la masa pide más harina que en el caso de las normales, y tuvimos que aumentar un poco la cantidad (a ojo). Bueno, no pasa nada, obstáculo superado…
Lo peor vino a la hora de hornear: resulta que la harina sin glúten no se comporta igual que la normal, y al cocer perdían completamente la forma, así que la tarea resultó bastante frustrante. Daba igual que las hiciéramos en espiral o con forma de palmera, que lo que salía del horno era un gurruño de marañuela…
Así que, tras varios intentos fallidos, terminamos haciendo simplemente bolitas, que en el horno se iban aplastando y finalmente quedaban como galletitas pequeñas.
La decoración con glasa tambíen fue un poco más elaborada que la normal, ya que no nos fiábamos del que se vende ya hecho (al ser a granel no podíamos estar seguras de que no llevara glúten), así que preferimos hacerlo nosotras mismas con el molinillo.
Y he aquí el resultado… Estéticamente no son espectaculares, pero de sabor no tienen nada que envidiar a las normales. Que aproveche, Alfonso!!
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