Algo se muere en el alma cuando un amigo se va… esto dice la canción, verdad? Y cuánta verdad encierra…
Yo no sé si la sensación es la misma para todo el mundo, pero lo cierto es que los asturianos somos muy patrióticos. Siempre con nuestro Asturias del alma en la boca, añorando la sidra, las verdes montañas, la playita… Bueno, puestos a echar de menos, en días de mucha morriña hasta el orbayu se echa en falta!! Vale que aquí estamos hasta el gorro de tanta agua, pero si estás fuera de casa, no hay lluvia que moje tan bien como la de aquí…
Y lo triste es que pasa muy a menudo. El trabajo, el amor o la crisis, que aquí aprieta más que en ninguna parte, se van llevando a los amigos lejos de casita. Aprovecho esta ocasión para enviar un beso muy gordo a esos amigos que nos están leyendo desde Madrid, Alicante, Irlanda o México. No creáis que nos olvidamos de vosotros, por muy lejos que os vayáis!!
Esta tarta se hizo en homenaje a Sandra, una de estas amigas que un día agarró la maleta, y todavía no la ha traído de vuelta a la tierrina… Bueno, y de paso para alegrar el estómago de todos los invitados que se reunieron a celebrar su cumpleaños, que estamos seguras han disfrutado con este bizcocho Devil’s food cake relleno de mousse de chocolate.
Como buenas asturianas, en la tarta no podía faltar un cachín de prao, una vaca y una bandera con la cruz de Covadonga. El toque elegante se lo dimos con ese degradado tan chulo en los laterales, hecho con una exquisita buttercream. A que quedó mono?
Amigos por el mundo, esta va por vosotros!! Os queremos!!
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